Un niño Jesús regalo para el Padre

Don Javier Echevarría, el Padre como se le llama en el Opus Dei, estando internado en el campus Biomédico de Roma, se dio tiempo para responder a un grupo de promotoras del Club Altea en Lima, quienes le habían obsequiado una escultura del niño Jesús, al acercarse el tiempo de Navidad. Aquí la historia.

Escultura del niño Jesús

Chana Salazar de Villa Corta es madre de ocho hijos. Su mejor empresa es su familia pero también se dedica a vender joyas de plata peruana y uno de sus sueños era introducir la línea de imaginería, pues contribuye a mantener parte de las tradiciones cristianas del Perú y además es un medio para acercarse a Nuestro Señor Jesucristo y a la virgen María.

La oportunidad se presentó en el año 2016 y empezó con la representación de un Niño Jesús. Durante todo el año buscó con otras amigas la imagen ideal y en octubre del mismo año se hicieron 90 ejemplares. Fue un acto de fe y audacia, pues se sabía que el precio no sería bajo, pero había mucha ilusión y deseos que el Niño Jesús se entronice en muchos hogares de familias peruanas.

La primera venta de estos niños se haría a fines de noviembre del 2016, en el Bazar Navideño que se organiza pro fondos para el oratorio del club Altea, en Monterrico y en el que colaboraron un grupo de madres de familia cuyas hijas frecuentan el Club.

Al recibir los primeros ejemplares del niño y ver lo bien que habían quedado y la ternura representada en esa imagen, pensamos en el Padre, Monseñor Javier Echevarría y en la ilusión que le daría, si le mandábamos un ejemplar. Lo enriquecimos con una aureola plateada. El Niño iba sobre una almohadita roja dentro una caja roja con cinta dorada y con una tarjeta de felicitación por las fiestas de Navidad. La tarjeta también tenía algo especial, llevaba impresa la imagen de la Sagrada Familia que preside el oratorio del Club Altea.

Poco después de la marcha al Cielo del Padre recibimos una tarjeta de felicitación y agradecimiento del Prelado del Opus Dei. Fue un consuelo saber que el Padre pudo ver al niño y rezar por nuestras familias, por el club Altea y toda la labor apostólica del Opus Dei en nuestro país.