Padre Arenas celebró Primera Misa solemne

El Padre Alejandro Arenas, agregado sacerdote de la Prelatura del Opus Dei, celebró su primera misa solemne en la iglesia del Buen Pastor, pro-catedral de la Diócesis de Carabayllo, el domingo 9 de julio, en presencia de sus antiguos compañeros de colegio y de la Universidad de Ingeniería, vecinos, familiares y amigos.

Acompañaron la celebración eucarística el Vicario regional del Opus Dei en el Perú, Padre Emilio Arizmendi, el Padre Mario Arroyo –quien tuvo a cargo la semblanza del nuevo presbítero- y el Párroco del templo, Padre Edgar Mendoza.

El Padre Arroyo comentó que el don recibido por el nuevo sacerdote llena de alegría a toda la comunidad que lo vio crecer.

Añadió que el hoy Padre Alejandro ha sabido responder con generosidad al nuevo llamado divino, cuando desempeñaba sus labores profesionales. “Dedicar una vida al Señor es poco, pues no hay nada más grande como poder consagrar el pan y el vino para convertirse en el Cuerpo y Sangre de Cristo, así como perdonar los pecados”.

Enseguida recordó que la fecha de esta primera misa coincidía con los 43 años de la venida de San Josemaría al Perú y los 64 años del inicio de la labor del Opus Dei en nuestro país. “Todos en la Iglesia formamos una gran familia y nos alegramos que todas las instituciones tengan abundantes decisiones de entrega y generosidad”.

Al final de la Misa, el Padre Arenas agradeció la presencia del Vicario regional del Opus Dei, así como a los sacerdotes, familiares, amigos, vecinos, compañeros de estudio de los colegios 3029 y “Alfredo Rebaza”, así como de la Facultad de Ingeniería Mecánica de la UNI (Promoción 91-1 “Carlos Herrera Descalzi”), a sus compañeros de trabajo, amigos de los centros culturales Sama, Costa y de los colegios Humtec y Miravalles.

Recordó los pasos que dio en su vida cristiana desde un retiro a los 15 años en su parroquia, para luego conocer el Opus Dei en el Centro Cultural Sama, cuando postulaba a la UNI. “Allí encontré lo que buscaba: que podía ser santo y ayudar a santificar a los demás a través del trabajo bien hecho y ofrecido a Dios”. Más tarde aceptó la invitación del Prelado del Opus Dei para ser sacerdote.

Un coro del colegio Miravalles tuvo a cargo el acompañamiento musical durante la Misa y durante el tradicional besamanos que hubo al término de la misa.

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