Un cambio rotundo

Una hija mía estaba completamente alejada de la religión católica (…) Se había alejado de la fe, involucrándose en un grupo de ideología oriental...

Una hija mía estaba completamente alejada de la religión católica (…). Se había alejado de la fe, involucrándose en un grupo de ideología oriental durante años. No quería hablar conmigo de esto y tampoco quería verme. Se alejó de mí.

Yo rezaba por ella todos los días estampas a san Josemaría. Su marido -practicante- me pedía que no le hablara, pero que rezara.

Hace pocos días, fui a tomar el té a casa de otra hija mía y, para mi sorpresa, ella estaba allí.

Cuando salimos a la calle, me dijo: “te quiero decir algo: me confesé y comulgué”. Ahora volvió a practicar y hasta da cursos de catequesis. Atribuyo a la intercesión de San Josemaría este gran cambio.

N.N., Argentina